lunes, 5 de diciembre de 2011

RAZONES DIFERENTES DE UN MISMO PARO

El 1º de diciembre no sólo se rememoró el día de la lucha contra el SIDA sino una serie de actos que inquietan la tranquilidad de los pueblos, uno de ellos fue el paro de los pobladores de la provincia de Barranca que con una marcha legítima pretendió sensibilizar a la alcaldesa de Lima para que las  93 Has. de terreno de la Beneficencia Pública de Lima pasen a ser parte de la Universidad de Barranca, tal como decretó el ex Presidente García con Ley Nº 29631, desde la creación de la universidad a principios de 2010.  Desde entonces, la Comisión Organizadora de la universidad, - que operó sin la autorización de CONAFU - ni la municipalidad provincial de Barranca, se preocuparon por concluir administrativamente el documento de transferencia de terreno que había hecho posible el ex presidente, con el agravante para los intereses de la población universitaria, de que a mediados de este año las beneficencias pasaron a ser parte de las municipalidades con funciones establecidas pero sin competencias asignadas; por lo que la alcaldesa de Lima aún si tuviera la voluntad de transferir, no lo podría hacer debido a que no tiene competencia para hacerlo.
El proyecto de creación de la universidad no incluyó un monto de inversión para la adquisición del terreno donde se construiría la sede universitaria y ello ya era un indicador negativo y tradicional, pues un proyecto de construcción debe incluir lógicamente el terreno donde se va a construir, pero como siempre sucede, se pretendió conseguir las cosas políticamente, al guerrazo al margen de lo técnico y administrativo, como en efecto se conseguió por un decreto que nunca concluyó la parte tecnico-administrativa, ni por el gobierno que lo decretó ni por la comisión organizadora y mucho menos por el concejo, el alcalde y sus funcionarios. Pero políticamente ahora parecen ser éstos "los más preocupados por el devenir institucional de la universidad" cuando en el fondo son los "más preocupados por evitar que los universitarios descubran a los verdaderos responsables", en una suerte parecida a cuando el robo se descubre, el ladrón grita "allá va el ladrón", "allá va el ladrón", juntándose a la gente perjudicada, acusando y señalando en una dirección contraria a la que el autor del robo ya tomó.
Por otro lado, se juntan en esta justa manifestación de los universitarios, los confusos calculadores de la política, que buscan un espacio para presentarse como los más preocupados por la situación cuando en el fondo sólo se interesan por lograr un espacio político en el mismo sentido amorfo que la corriente y la fuerza de las masas  los lleva, es decir son conducidos por el designio de los acontecimientos, se ven obligados a ser parte de la masa centrípeta, cuando por la voluntad de lo que desean debieron ser conductores, señalar el camino, y qué mejor a través de los medios de comunicación que deberían de servir para educar, prevenir y proponer una universidad que represente a una ciudad contemporánea.
Las fuerzas políticas de Ullilén, Marreros y Zénder, se juntaron a las fuerzas sociales de los universitarios, las familias y construcción civil, unidos por los trabajdores municipales, hospitalarios y educativos, que por la fuerza de sus responsables designados por el pueblo y por los caudillos políticos, respectivamente; marcharon a la cabeza del primer regidor provincial en horario de trabajo con riesgo a peculado, mientras el alcalde negociaba una salida a la pretensión de la transferencia con la alcaldesa de Lima.
Finalmente, fue una marcha con el motivo mayor de reivindicar los derechos de la universidad y los universitarios, pero que los colectivos congregados tuvieron diferentes razones de fondo para seguirla, pues estaban juntos los universitarios comprometidos con su institución, los revocadores y los que no quieren ser revocados, los que piensan que la comisión universitaria anterior debe continuar y los que creen que la universidad espera transferencias del orden de los doce millones de nuevos soles, que lo hace una institución apetecible del manejo económico disfrazado del manejo administrativo de la universidad y que para lograrlo hay que hacer política como envoltura; además de los sectores que apoyan las causas que tratan de reivindicar derechos, venga de donde venga.
Mientras las fuerzas se muestren como hasta ahora sin dirección ni propuestas definidas de cambio y desarrollo, mientras los intereses particulares estén disfrazados de reinvindicaciones altruistas y progresistas; hay que tener cuidado, porque los grandes males de la ciudad siguen siendo tratados de la misma forma, con el mismo médico y con la misma medicina. Felizmente, esta vez el pueblo está más alerta y los universitarios enarbolan una bandera de cambio real, no de poses ni de palabras y prueba de ello es que el único conductor convicto y confeso de su causa son ellos mismos, y todos los demás, son los que tuvieron que integrarse para tener una causa de envoltura que disfrazara su verdadera razón de ser parte de una lucha que no es en esencia la suya.  
 


 

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